¿Qué es una mutual?
Las mutuales son esencialmente entidades prestadoras de servicios.
El concepto de Economía Social interpela, en su carácter social, a una determinada ética vinculada al principio de la solidaridad, en el entendimiento de que la economía está inserta dentro de una sociedad, no sólo de agentes económicos, sino de personas relacionadas por lazos sociales.
La economía social implica experiencias de relaciones económicas que, mas que reproducir el capital, lo que intentan es reproducir una sociedad más participativa, priorizando los lazos sociales sobre la acumulación de capital.
Los principios de la Economía Social se pueden resumir en:
• la supremacía del trabajo sobre el capital
• la finalidad de servicio mas que de lucro
• la autonomía de gestión respecto del Estado y
• los procesos de gestión democrática
Así, esta perspectiva inscribe a la Economía Social en una economía plural donde conviven tanto la redistribución (a partir del sector público) como el intercambio mercantil (en la economía privada) y la reciprocidad en la economía social.
Podríamos decir entonces, que la Economía Social es definida como: “Toda actividad económica, basada en la asociación de personas en entidades de tipo democrático y participativo, con la primacía de las aportaciones personales y de trabajo sobre el capital”.
Los modelos de sociedades que configuran este sector son: a) las Cooperativas y Sociedades Laborales; b) las Mutuales; c) las Asociaciones y Fundaciones y otras entidades que respeten los principios de la Economía Social. En nuestro país, se profundizó y amplió a partir de la crisis del año 2001, con la aparición de nuevas organizaciones sociales, como fueron: las huertas comunitarias, las organizaciones de trueques, las empresas recuperadas, entre otras.
El término Economía Social fue definido por la Comisión de las Comunidades Europeas, en su Comunicación al Consejo de fecha 18 de Diciembre de 1989, de la siguiente manera:
“La actividad productiva debe basarse en técnicas de organización específicas. Estas técnicas se fundamentan en los principios de solidaridad y participación entre sus miembros”.
Sin embargo, la noción de Economía Social en su acepción dominante actual comenzó a consolidarse en Francia, durante los años setenta, cuando los movimientos cooperativo, mutualista y asociativo de ese país, aunaron intereses y líneas de acción constituyendo el Comité Nacional de Enlace de Actividades Mutualistas, Cooperativas y Asociativas, aprobando la llamada Carta de la Economía Social. Esta carta concebía por primera vez la Economía Social como un sector marcado por una ética social y la definía como:
“El conjunto de entidades no pertenecientes al sector público que, con funcionamiento y gestión democráticos e igualdad de derechos y deberes de los socios, practican un régimen especial de propiedad y distribución de las ganancias, empleando los excedentes de ejercicio para el crecimiento de la entidad y la mejora de los servicios a los socios y a la sociedad”.
Mas tarde y sobre la base de la anterior definición, un organismo belga, precisó mas el concepto, de un modo que se haría clásico: la Economía Social haría referencia a aquella parte de la economía integrada por organizaciones privadas, principalmente: cooperativas, mutuales y asociaciones, cuya ética responde a los siguientes principios:
Finalidad de servicio a sus asociados, enfatizando el hecho de que la actividad económica desarrollada por estas entidades, tiene vocación de servicio a personas y no de búsqueda del beneficio; este último puede aparecer pero será en todo caso un objetivo intermedio para el fin último de la entidad que es el de dar servicio.
Autonomía de gestión e independencia de los poderes públicos, diferenciándose con ello especialmente de las entidades pertenecientes a la esfera pública y/o privada.
Procesos de decisión democráticos, heredero del Principio Mutualista de "una voz = un voto", principio considerado por algunos como central, al democratizar el poder de decisión, frente a lo que acontece en el sector privado capitalista, donde impera el principio capitalista de una acción = un voto.
Primacía de las personas y del trabajo sobre el capital, la posibilidad de pensar una economía dedicada a la reproducción de la sociedad y no del capital, donde las relaciones humanas entre los hombres sean superiores a la propiedad privada de las relaciones hombres-cosas aparece en el espacio publico como un desafío auspicioso después de décadas de aplicación de un verdadero proyecto de desigualdad.
Defensa y aplicación del principio de solidaridad y responsabilidad, ligada en nuestras sociedades al Estado de Bienestar, creadas para satisfacer necesidades no cubiertas, uno de los principios básicos es la solidaridad con sus semejantes.
Aplicación de los excedentes al objeto social mediante su reinversión, en lugar del objetivo del lucro procura el bien común de sus miembros.
Los valores que esta definición contiene: democracia, interés social, justicia distributiva, solidaridad, se imprimen de modo imaginativo y plural en las distintas formas de entidades que integran este sector, por ejemplo, con los conocidos Principios Mutualistas en las mutuales.
El campo de la Economía Social, se va ampliando progresivamente, este expansionismo conceptual, no siempre acompañado de la realidad social y política, ha propiciado la convergencia y coexistencia de la voz de la Economía Social, con otras como son: Sector No Lucrativo, Sector Voluntario, Sector de No Mercado o Economía del Interés General, voces sin embargo, que se refieren a realidades próximas, parecidas pero diferentes.
En el mundo de hoy, el individualismo es cada vez más fuerte, por eso es tan importante que tomemos conciencia de que nuestra acción personal, incluso la más humilde y discreta, en la medida en que reafirma el modo fraternal y comunitario de convivencia, es un aporte precioso al crecimiento de los vínculos y solidaridad en toda comunidad organizada.
“LA AYUDA MUTUA ES JUSTICIA SOCIAL”
• “Economía Social, Cooperativas e Innovaciones sociales y Políticas”, Universidad de Valencia - Rafael Chaves y José Luis Monzón.
• Centro de Estudios e Investigación en Asuntos Cooperativos - Facultad de Economía y Administración - Universidad Nacional del Comahue.
Este texto no podrá ser reproducido, en forma parcial, sin el previo permiso escrito por parte de A.M.U.C. (Matrícula Nº 24 - INAES).